Marcos 4:1-12
Nueva Versión Internacional (Castilian)
Parábola del sembrador(A)(B)
4 De nuevo comenzó Jesús a enseñar a la orilla del lago. La multitud que se reunió para verlo era tan grande que él subió y se sentó en una barca que estaba en el lago, mientras toda la gente se quedaba en la playa. 2 Entonces se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas y, como parte de su instrucción, les dijo: 3 «¡Prestad atención! Un sembrador salió a sembrar. 4 Sucedió que, al esparcir él la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. 5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; 6 pero, cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. 7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron, de modo que no dio fruto. 8 Pero las otras semillas cayeron en buen terreno. Brotaron, crecieron y produjeron una cosecha que rindió el treinta, el sesenta y hasta el ciento por uno.
9 »El que tenga oídos para oír, que oiga», añadió Jesús.
10 Cuando se quedó solo, los doce y los que estaban alrededor de él le hicieron preguntas sobre las parábolas. 11 «A vosotros se os ha revelado el secreto del reino de Dios —les contestó—; pero a los de afuera todo les llega por medio de parábolas, 12 para que
»“por mucho que vean, no perciban;
y por mucho que oigan, no entiendan;
no sea que se conviertan y sean perdonados”.[a]
Lucas 8:4-10
Nueva Versión Internacional (Castilian)
4 De cada pueblo salía gente para ver a Jesús y, cuando se reunió una gran multitud, les contó esta parábola: 5 «Un sembrador salió a sembrar. Al esparcir la semilla, una parte cayó junto al camino; fue pisoteada, y los pájaros se la comieron. 6 Otra parte cayó sobre las piedras y, cuando brotó, las plantas se secaron por falta de humedad. 7 Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con la semilla, la ahogaron. 8 Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno».
Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga».
9 Sus discípulos le preguntaron cuál era el significado de esta parábola. 10 «A vosotros se os ha concedido que conozcáis los secretos del reino de Dios —les contestó—; pero a los demás se les habla por medio de parábolas para que
»“aunque miren, no vean;
aunque oigan, no entiendan”.[a]
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